Por: Juan José de la Paz Martínez
Desafortunadamente en el país, se vive con una alerta de género, donde las principales atacadas de manera visible han sido mujeres, y mi preocupación no sólo se enfoca en estas mujeres y niñas, sino en la misma sociedad violenta que promoviendo alzar la voz justifica su violencia, en lugar de hacer un silencio profundo y observar dentro de nuestro hogar, el cómo estamos educando.
Si como ciudadano de la sociedad actual predicamos con el ejemplo, encontrando el respeto de papá a mamá, así como generando una igualdad entre hijo e hija, sin distinción o favoritismo, lograríamos como padres de familia promover “la educación en valores” (Dávila, 2017) y a su vez eliminar desde su raíz la violencia de género.
Hablar de la igualdad entre mujeres y hombres implica la eliminación de toda forma de discriminación en cualquiera de los ámbitos de la vida, sin distinción de género, pero realmente ¿Conozco que es igualdad? ¿Estoy preparado para encontrar una igualdad? Espero que las respuestas sean afirmativas y sobre todo que podamos participar activamente con respeto a los diferencias y buscando el valor de la persona (De la Paz, 2017).
Conocer “La Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres” (DOF, 24-03-2016) representa, la formalización de los logros alcanzados en la lucha contra la discriminación y a favor de la igualdad entre las mujeres y los hombres mexicanos. Su importancia no sólo reside en su apego al artículo cuarto de la Constitución Mexicana y en cumplir los tratados internacionales suscritos por México, aparte de conocerla es ser activo promovedor de la eliminación de diferencias y buscar el respeto hacia nuestros semejantes, eliminando toda forma de discriminación basada en las diferencias sexuales conforme lo establece el primer artículo de esta ley.
“Artículo 1. La presente Ley tiene por objeto regular y garantizar la igualdad entre mujeres y hombres y proponer los lineamientos y mecanismos institucionales que orienten a la Nación hacia el cumplimiento de la igualdad sustantiva en los ámbitos público y privado, promoviendo el empoderamiento de las mujeres. Sus disposiciones son de orden público e interés social y de observancia general en todo el Territorio Nacional.”(Diario oficial de la federación 24-03-2016).
Poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas es posible. Existen probadas soluciones para apoyar y “empoderar a las mujeres en su educación” (Martínez Cota, 2017), y evitar la recurrencia de estas formas de violencia. Existen numerosas formas de resistir y prevenir las normas, las actitudes y los comportamientos violentos que perpetúan la violencia contra las mujeres. Para ello, todas las personas deben cumplir una función, iniciando por vivir una vida plena donde el respeto, el amor y la educación dentro del hogar sea el ejemplo para la sociedad.
No podemos inculcar el poder en el género masculino, sino en la capacidad de aprehender, mejorar y corregir cada circunstancia de nuestra vida cotidiana, en el caso particular desde el hogar realizando un ejercicio práctico de generación de responsabilidades a cada miembro, respetando la individualidad, así como involucrar a cada miembro al objetivo primordial de la familia Vivir con amor. “Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida”. (Pablo Neruda ,1968).
La violencia explícita o la amenaza de recurrir a ella se utilizará como una forma de control sobre la vida de las mujeres, y ese miedo se transmitirá de generación en generación. El “aguanta, ya sabes cómo son los hombres” ha sido durante largo tiempo un consejo de muchas madres a sus hijas, como una forma, quizás, de prevenirlas sobre las consecuencias todavía más graves si se atrevían a desobedecer, quejarse o intentar apartarse de ellos. Cosa que sin dudarlo no podemos permitir pero debemos como padres formar este mismo valor de respeto a nuestros hijos varones para que cuando crezcan respeten a las mujeres a su alrededor.
No es menos hombre el que permite a su pareja desarrollarse de manera profesional, porque de esa misma manera se fortalece la relación de pareja, además de la confianza como pilar de fundamental de su relación, en los tiempos actuales se requiere que cada mujer y hombre muevan a este país de manera productiva, se requiere un equilibrio de ideas, actividades y sobre todo la sensibilidad de una mujer que demuestra día a día ser el sexo fuerte, al resistir, defender y fortalecer cada una de sus actividades, desde el nacimiento de un hijo, hasta ser líder empresarial y emprendedora, por su carácter analítico y formación de amor con sus semejantes.
Tampoco es menos hombre el que le ayuda en actividades propias del hogar, por tal razón próximos al 25 noviembre Día Internacional contra la Violencia de Género puede ser un buen momento para reflexionar sobre como logramos eliminar este mal para nuestra sociedad, pero sobretodo creando día con día un ambiente propicio para vivir mejor sin violencia, si malos tratos y que sea en cada uno de nuestros hogares ese semillero para Educar con Amor y construir juntos una Nación de valores en beneficio de cada mujer y hombre que habita el país.
Toda mujer en mi vida es muy valiosa y doy gracias por su existir. México y yo las necesitamos por todo su valor, sus sentimientos, conocimientos, habilidades y cualidades; juntos hombre y mujer podremos crear un mundo mejor. Con el respeto y admiración a mi Madre, Esposa, Hermanas, Tías, Primas y amigas les doy las gracias por educarme con amor y mostrarme que con amor, no hay distinción de género.
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