Y… ¿SÍ CABE UN CRIMINÓLOGO EN MÉXICO?

Por: Mtra. Betzabeth Almazan Morales

Maestría en Criminología  

El creciente índice delictivo llega a cifras alarmantes en nuestro país, esta es una escena que se repite día con día en los titulares de los periódicos, en redes sociales, radio, televisión, al punto que puede catalogarse como algo cotidiano para nuestra sociedad, no es noticia para nadie que es uno de los problemas imperantes que existen en nuestro país, que carcome velozmente el tejido social y que cada gobierno ha planteado una estrategia de solución, que puede o no, haber dado un resultado positivo ante la lucha contra este mal.

Lo cierto es que la violencia, el crimen, el secuestro y cualquier índole de acto delictivo se ha vuelto tan común para cualquier ciudadano, que ha ido perdiendo la sensibilidad hacia los pequeños detalles, esos que te llevan a ver el fondo de las cosas, a juzgar con objetividad desde la cima del detalle de los hechos y no solo con el criterio formado o “deformado” de un titular escrito con la intención meramente de provocar el morbo de leer la crónica de un crimen más.

Ante esta situación, nos debemos hacer las preguntas, ¿cómo resolver un problema del que no conocemos el trasfondo?, ¿cómo juzgar el comportamiento inapropiado de forma justa sin caer en el juicio mórbido apegándose a la razón y la ley?, es ahí donde encuentra su razón de ser la Criminología, porque, aunque es un campo poco conocido e incluso, poco comprendido aun en nuestra sociedad, lo cierto es que viene a explicar los diversos factores que detonaron una conducta antisocial, que impulsó a una persona a dar ese paso, que lo convirtió en delincuente o que le hizo tomar la decisión de volverlo su modo de vida.

Una infancia difícil, un evento traumático, una experiencia desafortunada, trastornos de personalidad, el ambiente en el que se desenvolvió aquella persona, incluso factores genéticos o la suma de varios de los anteriores, son los que dan pie a una conducta delictiva, que es la parte del delito que generalmente nadie observa, la ley busca castigar el hecho, incluso imponer cada día penas más severas para castigar el acto criminal, sin embargo, las estadísticas de reincidencia delictiva, la nula existencia de una readaptación social y la muy conocida “universidad del crimen” de la cual cada centro de readaptación es un plantel, nos obliga a dar un paso hacia atrás y ampliar nuestro campo de visión para no ver el delito como un hecho aislado, sino como un efecto producto de diversas causas.

Para la Criminología no solo es importante el acto delictivo, sus causas y consecuencias, también lo es quien lo cometió, los factores que lo llevaron a hacerlo, así como sus pensamientos más profundos, es una manera de entender nuestra sociedad, las brechas sociales, el daño al tejido social y toda la parafernalia que contribuye a la consumación de actos delictivos, cometidos por personas que durante años estuvieron viviendo en circunstancias de vulnerabilidad, la criminología busca de esta manera contribuir a la comprensión y dimensionamiento del grave problema de la delincuencia y con esto a su erradicación desde la óptica de una solución de raíz, “lo que no se pude entender, no se puede cambiar”.

La Criminología es una ciencia casi desconocida en nuestros días y es comúnmente confundida en por su terminología con la Criminalística, aunque son dos cosas distintas, la Criminología tiene como campo primordial de estudio la prevención, tiene como eje principal la prevención, esto después de investigar el fenómeno delictivo y llegar a la raíz del mismo. Surge de la necesidad de comprender la conducta de toda aquella persona que comete un delito, es según Goppinger (1975) “La ciencia empírica e interdisciplinaria que se ocupa de las circunstancias humanas y sociales relacionadas con el surgimiento, la comisión y la evitación del delito, así como del tratamiento de los infractores”.

Es innegable que el delito tiene siempre una preponderancia sobre el delincuente, puesto que el hecho es irreversible, las personas deben ser responsables de sus actos indiscutiblemente. En pero la Criminología será quien dará a conocer la génesis de la conducta delictiva para entender y actuar contra la misma.

Cuando a un hombre se le niega el derecho a vivir la vida en la que cree, no tiene más remedio que convertirse en un forajido “Nelsón Mandela”

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