Sindrome del Hamster…¿Seguro que no lo padeces?

Difícilmente nos damos cuenta por la dinámica de nuestra vida cotidiana, de la velocidad a la que estamos viviendo y la cantidad de situaciones, compromisos y roles en los que nos vemos envueltos, por esto mismo, llega un momento en el que el tiempo ya no es suficiente, queremos más tiempo, pero cuando lo conseguimos, ¡lo ocupamos con más actividades!

Dime que a ti no te ha pasado, que quieres tiempo libre para descansar o dedicarlo a tu persona o familia, pero cuando ya lo obtienes lo llenas con otras actividades que no tenías previstas y que nuevamente no te permiten descansar, se trata de un fenómeno cada vez más habitual al que se le conoce como Síndrome de la vida ocupada o Síndrome del Hámster. Estos tiernos y curiosos animalitos, necesitan tres cosas fundamentales para vivir, agua, comida y una rueda para correr, esto se debe a su naturaleza instintiva que les genera necesidad de movimiento ¿te suena familiar?, bien, pues esta es la razón por la que a este comportamiento se le denominó así, porque hace alusión a las personas que tienen un estilo de vida acelerado.

Según los creadores de esta expresión, un centro de investigación llamado CPS Research de Glasgow (Escocia), este estilo de vida provoca una hiperestimulación y actividad excesiva en la memoria, lo que puede tener un impacto negativo en nuestro cerebro, provocando frecuentes olvidos, despistes y falta de concentración, (que es justo lo que las personas que tienen este estilo de vida NO quieren que les suceda) y es que, según especialistas, si atendemos a varios estímulos a la vez, la atención que podemos poner a cada uno de ellos es más superficial que si los atendiéramos de uno en uno durante el tiempo suficiente.

¿A dónde iba?, ¿Dónde dejé las llaves?, ¿viste donde dejé tal cosa?, si estas preguntas o similares, son parte de tu día, puede ser que estés viviendo a un ritmo muy acelerado y con una saturación de actividades que puede llevarte al límite a causa de ese constante bombardeo de información por causa de este estilo de vida frenético.

Se ha vuelto tan habitual y común, que muchos lo consideran un sinónimo de eficiencia y los hace sentirse útiles, por lo cual se apegan a él considerando que esto es un reflejo de ser personas ampliamente productivas, la realidad es que puede que no lo sea tanto, puesto que este comportamiento provoca desorganización, menor calidad de trabajo y mucho menos enfoque profesional y personal, sin mencionar los impactos en la salud.

Los investigadores han puesto en marcha un estudio clínico al que han llamado “Eureka”, con el que buscan determinar si este tipo de olvidos, que no pueden ser catalogados como pérdida de memoria, pueden ser tratados con una dosis baja de un fármaco que se utiliza para el Alzheimer llamado Memantina.

Lo anterior es el reflejo de un problema social que ya se ha vuelto común, que es vivir en un entorno altamente exigente, al que no le ponemos un límite, un entorno muy estresante al que no le ponemos freno por lo que, como el Hámster, nos mantenemos en una rueda constante, por esto, es muy importante que los responsables de áreas de Recursos Humanos presten cada vez más atención a fenómenos como este, estén conscientes de su implicación y prevención, como una nueva vertiente de riesgos laborales, llamados riesgos psicosociales en las empresas en las que laboran, con la finalidad de incrementar la calidad de vida de las personas sin afectar el rendimiento profesional, con base en una estrategia de equilibrio.

Multitarea, estrés, falta de atención, sobrecarga de trabajo, horarios prolongados, ambientes laborales tóxicos, entre otros, son aspectos que dañan seriamente el rendimiento, la motivación y el clima laboral que afecta especialmente a trabajadores vulnerables.

Hagamos ahora esta pregunta, ¿qué motiva a la persona a querer vivir en este dinamismo?, son diversos los factores, puede ser una manera de proteger el ego, llenarnos de actividades y ejecutarlas –más o menos bien- , es a veces un medio para sentirnos estimulados, útiles y que nuestra vida tiene sentido, puede ser un mecanismo de defensa, para ocultar dentro de éste síndrome, la soledad física, el silencio o  problemas personales, sentimentales o emocionales, cualquiera que sea la razón, terminará volviéndose en nuestra contra.

Nuevo año, nuevo estilo de vida, es momento de hacer un alto, es bueno saber cuándo parar, poner las cosas en perspectiva, aprender a tener una vida en equilibrio y hacer que el hámster salga de la rueda. Trabajemos para vivir y no vivamos para trabajar, seamos profesionales, pero también padres, hijos, hermanos, amigos, pareja, disfrutemos todas nuestras facetas y vivamos una vida plena, que dices, ¿lo intentamos?

Ing. Saúl Sánchez Ruiz

Tecnólogo.

@SaulSanchezRuiz

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