Una pandemia nos enseña muchas cosas, nos acerca a la muerte, pero también nos sensibiliza mucho más de la vida, del valor de las cosas no tangibles como el tiempo, el amor, la familia, los amigos, las mascotas, los momentos que vivimos en confinamiento que, aunque sea de reojo pudimos ver, pero de no haber estado ahí nos los hubiéramos perdido y con esto viene una pregunta obligada que seguro te hiciste ¿Cuántos momentos como este me perdí?
Si en nuestro circulo afectivo cercano, hubo alguna perdida, esto nos sensibilizó aún más, porque nos hizo reflexionar cuanto tiempo perdimos, cuantas platicas, cuantas risas, cuanto tiempo no compartimos con este ser amado y que se nos fue porque estábamos trabajado, tiempo que no podremos recuperar jamás.
Esto nos ha llevado, creo que, a todos, a replantear nuestras prioridades y con ello la forma en la que organizamos nuestras vidas, no estoy diciendo con esto que la vida profesional ya no es importante o pasó a segundo término, sino que es necesario ser objetivos y ordenar todos los factores que conforman nuestra vida, para que exista una armonía entre todos ellss y no se contrapongan entre sí.
Trabajamos por dinero, esta fue la máxima que nos rigió a muchos durante largos años e incluso antes de que la COVID-19 llegara, muchos pensábamos así, pero hoy definitivamente la respuesta es no, no trabajamos por dinero trabajamos por equilibrio. Suena sencillo, pero creo que es una de las cosas más difíciles de lograr, el equilibrio implica varios factores, Balance, satisfacción de necesidades, salud y con esto, paz interior.
Como lo ves, no es tan sencillo de lograr, pero el trabajo no puede ni debe ser el enemigo de nuestra paz interior, de nuestra familia y menos de nuestra salud, por lo cual, las condiciones laborales que favorecen este equilibrio se han vuelto muy importantes y atrayentes para los profesionales que han entendido que somos personas antes que profesionales y que no se puede ejercer talento cuando no están cubiertas todas las necesidades del individuo, entendamos por todas ¡Todas!.

Es por eso que el concepto de Salario Emocional, toma gran relevancia en nuestros días, las condiciones o prestaciones laborales que favorezcan a una vida en equilibrio, por lo cual definiremos el salario emocional como aquellos aspectos que permitan el desarrollo de una carrera profesional sin descuidar el crecimiento integral de la persona en los ámbitos personal, social y familiar. Platicaremos de algunas de las consideraciones que han tomado muchas empresas con la finalidad de brindar prestaciones no monetarias pero que pueden ser mucho más valiosas que el dinero, veamos algunas.
HORARIO FLEXIBLE
Muchas empresas han cambiado el concepto de productividad empezando por el tema del horario, ¡muchas horas en la oficina no siempre significan mucho trabajo realizado!, por lo que lo importante es realizar tus funciones sin necesidad de estar un tiempo determinado sujeto a la oficina. Esto es un gran beneficio para que puedas cubrir tus objetivos profesionales y destinar un poco de tiempo antes o después del trabajo para actividades recreativas o de salud, como hacer ejercicio, por ejemplo, o si prefieres tengas más tiempo para la familia.
TELETRABAJO
No ahondaré mucho en el tema, creo que tras el confinamiento que hemos vivido todos lo tenemos sumamente claro, pero es maravilloso que tu empleador te permita trabajar de esta manera, es algo que ha llegado para quedarse, pues está demostrado que puede dar grandes resultados, reduce costos de operación y aumenta significativamente la calidad de vida.
PLANES DE FORMACIÓN.
Las capacidades de un profesional van íntimamente ligadas a su constante preparación, misma que en ocasiones se ve truncada por falta de tiempo (por el trabajo) o bien, por no contar con los recursos económicos para seguir preparándose. Contar con horarios flexibles y/o ayuda económica para el desarrollo académico de un profesional es algo que agrega enormemente valor a las posiciones en tu empresa, difícilmente un colaborador desaprovechará una oportunidad como esta y te dará como empresa la posibilidad de tener en tus filas talento “hecho en casa” que puede traer a la larga un impacto sumamente positivo en la organización.
DIAS LIBRES.
Un cumpleaños o cumpleaños de algún familiar, la graduación de tu hijo o un momento difícil, son situaciones que ameritan que el empleado se ausente del trabajo, hacerlo sin la preocupación de que tendrás un problema “por no haber ido a trabajar”, es algo realmente refrescante ¿no lo crees?
BENEFICIOS SOCIALES
Seguro de gastos médicos mayores o menores, planes de jubilación, becas o ayudas para la educación de los hijos, algún tipo de convenio que le otorgue descuentos en ciertos servicios, son apoyos que harán que el profesional valore mucho su trabajo por los beneficios a los que puede acceder y le darán tranquilidad, misma que verás reflejada en su productividad.
RECONOCIMIENTO
Que nos digan las cosas que hemos hecho bien, es algo sumamente gratificante, saberte útil, valorado e importante en tu organización, genera un sentido de pertenencia, un vínculo que es muy difícil de romper, genera lealtad entre el empleado y su empleador, por lo tanto, no escatimes una palmada en la espalda, un “gracias” y un “bien hecho” y verás los resultados en el corto plazo.

Si eres empleador y al leer esto estás pensando que es un gasto innecesario y que busca relajar la productividad de tu empresa, creo que aún no lo cachas, se trata de la más poderosa herramienta de retención de talento, ofrecerle a un profesional algo más valioso que el dinero, si, leíste bien, más valioso que el dinero, que es calidad de vida, algo que solo quien vive para trabajar y no trabaja para vivir, no puede valorar.
Y bien, ¿Qué tan bueno es tu salario emocional?

Ing. Saúl Sánchez Ruiz
Tecnólogo.
@SaulSanchezRuiz