“MÁS ALLÁ DE LA TOLERANCIA, SE DEBE ENSEÑAR EL RESPETO ABSOLUTO HACIA TODAS LAS PERSONAS DE CUALQUIER EDAD, AUNQUE TENGAN ALGUNA DISCAPACIDAD O HABLEN ALGUNA LENGUA DISTINTA A LA NUESTRA, O TENGAN UNA CREENCIA DIFERENTE.”
(Dr.H.C. NAASON JOAQUIN GARCIA)
Hablar de tolerancia, en la actualidad es demasiado fácil, pareciera que es un concepto más que asimilado y se da por hecho que existe y se practica en nuestra sociedad, sin embargo, nos damos cuenta que en contraste es posible emitir un comentario desafortunado en contra de la praxis religiosa de cualquier individuo, sin pensar en las consecuencias que provoca el desconocimiento de la tal “religión”. Desafortunadamente lo que nos es diferente y que además no contamos con conocimiento del tema lo llamamos erróneamente “MALO”.
¿Qué es entonces “TOLERANCIA”? El término tolerancia se halla conceptualmente ligado a la idea de soportar algo que se desaprueba, que se considera errado, entonces no se trata de tolerar, ahora bien ¿Qué es RESPETO? Consideración con que se trata a una persona por alguna cualidad, situación o circunstancia que las determina y que lleva a no causarle ofensa o perjuicio, siendo un valor fundamental que el ser humano debe tener siempre presente a la hora de interactuar con personas de su entorno. Para respetar una opinión diferente a la nuestra hace falta tener la capacidad de analizar los distintos factores que rodean esa opinión por parte de la otra persona.
Bien, que sucede cuando “toleras” a alguien, no lo estás respetando, lo que estás haciendo es el favor de no atacarlo por el solo hecho de que es diferente a tí. No te importa la opinión del otro y no estás dispuesto a tratar de entenderla, ese es el problema con la tolerancia porque va a llegar un punto en que ya no soportaras y te permitirás insultar de la manera más vil al otro, incluso por cuestiones irrelevantes.

Ahora bien, cuando respetas a alguien convives, escuchas, él te escucha y todos aprenden, es indispensable por lo tanto promover una cultura del respeto, sobre una cultura de tolerancia. El gran inconveniente es que, para implantar una cultura de respeto a los demás, existen varias barreras como; la brecha generacional, las diferencias culturales, sociales, de educación, religiosas, y demás, pero es precisamente en esas diferencias, en donde el respeto se vuelve tan relevante. En resumen, el respeto consiste en entender qué el otro es diferente, esto implica eliminar prejuicios y llegar a un “acuerdo de respeto mutuo”, en el que nos concentramos en las coincidencias y en automático se genera una mayor empatía.
Si analizamos por qué conversar sobre religión nos genera conflicto entenderíamos que desde ahí existe un problema en como percibimos este aspecto de la vida de todo individuo, tendría que existir la libertad de expresar de una de las partes y generar el respeto de la otra parte. No nos adelantemos a dar una opinión basados en la desinformación y mucho menos juzguemos algo de lo que no estamos seguros, en base a lo anterior es necesario mencionar que vivimos en un tiempo de diversidad de comunicación sobre todo por las redes sociales, pero somos conscientes que mucha información que circula en las mismas no tiene el fundamento de donde proviene es decir la fuente y mucho menos tenemos la certeza de que dicha información sea verídica, dada la facilidad en que cualquier persona puede pronunciar su opinión sobre un tema, eso mismo sucede a la hora de conocer a una persona que practica una creencia religiosa diferente a la nuestra nos dejamos llevar por lo que se dice de tal o cual religión o grupo religioso sin realmente conocer sobre el mismo.

No esperemos el cambio en el prójimo, comencemos hoy a ser agentes de cambio en nuestro entorno educando y enseñando a los nuestros con el ejemplo del respeto, entonces y solo entonces estaremos generando una transición a una cultura de paz.

Betzabeth Almazán Morales
Criminóloga