La todavía secretaria de educación, Delfina Gómez Álvarez, a quien en esta columna no puedo referirme como maestra desde que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) confirmó que se trata de una delincuente electoral que descontó parte del salario de los trabajadores del ayuntamiento de Texcoco durante su gestión como presidenta municipal para entregarlo de manera ilegal a Morena, su partido político; anunció el pasado jueves en un boletín de la SEP que el nuevo y polémico Modelo Curricular para la educación básica entrará en vigor hasta el ciclo escolar 2023-2024 y no este mes de agosto como se había señalado en múltiples ocasiones.
- ¿Es esto un triunfo de la razón o la prudencia? Debería ser así, pero no lo creo.
- ¿Es acaso un acto de responsabilidad para no afectar a millones de niños al implementar un modelo simultáneamente con la capacitación a los maestros? Sería lo razonable, pero tampoco lo creo.
- ¿Es una aceptación tácita de que el modelo no está terminado y que requieren más tiempo para adecuarlo y revisar los comentarios y propuestas de los docentes y otros interesados en la educación? Ojalá fuera así, pero no soy tan inocente como para comprar el argumento.
El citado boletín refiere una reunión con once titulares estatales de educación en la que señala una vez más las supuestas bondades del modelo, pero no argumenta las razones de esta repentina postergación. Si no hay razones explícitas, entonces es natural especular qué motivó el cambio.
En mi opinión Delfina pateó el bote, para no enfrentar las críticas y resistencias al cambio, justificadas o no, que la implementación del modelo conllevaría durante los siguientes meses. Meses en que la okupa de la oficina situada en la calle de república de Argentina donde alguna vez despachó José Vasconcelos estará concentrada en otros asuntos menos académicos.
La clave de esta decisión está en un tuit publicado el pasado martes por el senador Higinio Martínez, en el que aparece junto con Horacio Duarte y Delfina Gómez y en el que anuncia sin ningún decoro que se reunieron en Palacio Nacional para hablar de las elecciones del próximo año en el Estado de México, aceptando tácitamente que este trío está interesado en disputarse la candidatura por el partido en el gobierno. No se reunieron en la oficina de Morena con Mario Delgado, sino que lo hicieron en Palacio con el jefe del ejecutivo quien seguramente les indicó cuáles serían las reglas para ameritar los favores del destapador presidencial.

Con la mente de la secretaria en una candidatura, lo sabemos, su preocupación estará en la organización territorial, así como en la obtención de “aportaciones” para la causa como lo hizo anteriormente en Texcoco. La implementación del nuevo Marco Curricular le serviría la mesa a sus rivales dentro y fuera del partido oficial, y aunque sabemos que a final de cuentas nada de eso parece incomodar el ánimo del presidente cuando toma una decisión, es mejor no levantar olas.
Atrás quedaron los intentos por explicar las bondades del Modelo Curricular, algunos de ellos sospechosos, por decir lo menos, como el espaldarazo que le dio ante miles de visualizaciones en Youtube, el colombiano Sergio Tobón, quien se ha hecho famoso y rico explotando el modelo de educación basado en competencias, y ahora promueve el nuevo modelo curricular a partir de los proyectos transversales a los que cuidadosamente ha adaptado al nuevo modelo, al grado de desterrar el neoliberal concepto de “competencias” que tanto molesta a Marx Arriaga, de su ya conocida propuesta a la que califica como socioformativa. También fue sorpresivo ver al Dr. Ángel Díaz Barriga, otrora implacable detector de insuficiencias e inconsistencias didácticas, aceptando la invitación para asumir el liderazgo de la defensa y comunicación del modelo en una conferencia organizada por la SEP en la que se ve cómodamente sentado junto a la secretaria de educación.
Si la señora Delfina es postulada al gobierno del estado de México y gana la elección, estaremos ante la designación de un tercer secretario de educación durante este gobierno, evidenciando con ello, el poco interés que tiene la educación en la mente del presidente, quien no dudó en priorizar la embajada de México en Estados Unidos, cuando removió a Esteban Moctezuma, y ahora, dejaría la educación nacional por debajo del interés en tener a una incondicional como gobernadora del Estado de México, el de mayor padrón de electores del país.
Ya nos ha mostrado abiertamente su intención, por lo que nada que diga o haga podrá convencer a los maestros, a quienes por cierto no tiene tan contentos con la publicación de un calendario escolar que por segundo año consecutivo les recorta las vacaciones, de su interés prioritario por la educación de los niños y jóvenes.
Postergar la implementación del marco curricular es una procrastinación electoral. Si no gana o no es postulada, tampoco cambia el panorama. Seguramente sólo pedirá licencia y después, resentida, regresará a ocupar la titularidad de la SEP.

Sergio Dávila Espinosa
Twitter: @sdavilae
6 de junio de 2022