Ahora en distintas columnas de opinión se evidenció como la anterior dirigencia encabezada por Juan Francisco Aguilar Hernández obligó a militantes a firmar documentos en blanco.
Hace unos meses, el actual regidor por la capital, Edgardo Jasso Puente, le notificaron de una demanda mercantil por un adeudo millonario incumplido, la columna describe que la acusación se sustentó en documentos que el hoy acusado firmó en blanco antes de la campaña 2021, y que se convirtieron en firmes pagarés a nombre de dos desconocidos por cientos de miles de pesos más un porcentaje de intereses que rayan en la usura.
Opinadores describieron que el documento en blanco firmado por Jasso Puente “para trámites de inscripción” a la lista de participación electoral se convirtió en un bumerang con filo.
Los meses previos a la contienda, esos de correr por papelerías, conseguir registros, documentos, copias, certificaciones y demás parafernalias administrativas son pura pantalla y tras bambalinas, durante esos meses los partidos se convierten en auténticos pisos de remates.
Se venden candidaturas, se ofrecen prestamos, fluyen a caudales los efectivos, se firma lo que sea, se compra y se venden lealtades y se hipotecan puestos a cambio de esperanzas.
Hoy el ex dirigente es diputado local plurononinal, quien en su inicio, firmó ante notario no buscar un cargo público y prometió trabajar única y exclusivamente por el partido.
Finalmente el pasado noviembre de 2018 firmó ante el notario público, Huitzilihuitl Ortega, su compromiso con la militancia de San Luis Potosí, en el que se compromete a no buscar un puesto de elección popular en el 2021.
“Voy a dedicarme al cien por ciento a los trabajos partidistas y a ganar la elección con el mejor perfil a la gubernatura del estado, garantizando piso parejo para todos los aspirantes a cargos de elección popular”; dijo al firmar el documento ante los medios de comunicación, acompañado de liderazgos regionales que se han sumado a su proyecto político.